Historia

El 23 de mayo de 1999, la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios Rafael Ramírez se constituyó con la presencia de delegados de 28 estados de la república, que acudieron a esta cita para darle forma a nuestro movimiento y buscar así enarbolar la causa de la educación popular y de calidad, ya que no existía una organización nacional articulada que diera la batalla en este orden. Desde aquel año a la fecha, la FNERRR no ha dejado de trabajar por el mejoramiento de las condiciones de estudio de miles de jóvenes que se mantienen de nuestro lado.

Nos hemos dado a la tarea de interpretar y transformar la realidad de la educación en un país en donde la mayoría de sus habitantes están en condiciones de pobreza y, por tanto, no tienen acceso a derechos esenciales como la educación. Nos hemos convertido en una organización de alcance nacional, siempre enarbolando las banderas que nos dieron origen y que siguen siendo válidas hasta el día de hoy.

En trece años, nuestros logros han sido considerables, pues la fuerza organizada de los estudiantes ha conseguido resolver demandas de todo tipo: Construcción de escuelas y albergues estudiantiles; equipamiento de centros educativos y casas del estudiante con mobiliario, computadoras, utensilios de cocina, despensas, vestuario, utilería e instrumentos para grupos culturales, uniformes y material para la práctica de diversas disciplinas deportivas; apoyos económicos con subsidios alimenticios y becas para estudiantes de escasos recursos, entre muchos otros beneficios.

31 de enero de 2013

HUELGA EN LA UMSNH; ESTUDIANTES UNICA VICTIMA


Jesús Alanís Gutiérrez

El pasado 16 de enero de 2013; estalló la huelga anunciada por el Sindicato Único de Empleados de la Universidad Michoacana (SUEUM), en demanda de un aumento salarial del 15%, así como un tres por ciento a prestaciones. Además reclaman la violación a 37 clausulas del contrato colectivo de trabajo, de acuerdo a lo publicado por los distinto medios de comunicación del estado.

            A decir de las declaraciones y publicaciones difundidas en los diferentes medios, se trata de una lucha autentica de los trabajadores sindicalizados en demanda de soluciones reales a sus más sentidas necesidades. Al respecto el rector de la UMSNH -Salvador Jara Guerrero-, sigue afirmando que la universidad no cuenta con los recursos económicos necesarios para resolver el conflicto a favor de los sindicalizados, a fin de que liberen las instalaciones de la universidad y, por si esto fuera poco, tilda al movimiento huelguístico de ilegal. La resolución del conflicto ahora depende de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje.

            El movimiento huelguístico ha sumado ya dos semanas, suspendiendo las actividades académicas de más 55 mil jóvenes estudiantes, investigaciones y funcionamiento de laboratorios; en otras palabras, se está violentando la vida académica de la universidad. Por lo cual, es necesario hacer algunos comentarios.

            Primero: el sistema educativo Mexicano sufre una severa crisis, según la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico), nuestro país se ubica en el penúltimo lugar en materia educativa. En las materias de matemáticas y español, nuestros jóvenes no son capaces de aprender y dominar las ideas más elementales del cálculo, y mucho menos, escribir con corrección y precisión su pensamiento. Peor es el caso de Michoacán que ocupa el último lugar, según se ha publicado recientemente en los medios nacionales. (¡Orgullo! Para el sistema educativo  y magisterio michoacano).

Estos malos resultados son producto de las políticas educativas fallidas de los últimos gobiernos, asesorados por los investigadores y pedagogos; quienes atacan los síntomas pero no la enfermedad, afirmando que para que nuestra educación sea considerada de calidad, basta y sobra con elevar el nivel educativo promedio del mexicano, pasando del tercer año de secundaria al primer año de bachillerato, y con esto estaríamos del otro lado.

No estaría completo el análisis, si consideramos que las pésimas políticas son la causa, pues la crisis del sistema educativo pone de manifestó que hay otros factores, por ejemplo la pobreza en la que está sumida la gran mayoría de los mexicanos que de acuerdo con las estadísticas del gobierno oscila en los 65 millones de pobres, pero, serios estudios independientes señalan que son más de 85 millones (de una población 113 millones), con tendencia a crecer en los próximos años.

La marginación en la que se encuentra sumida la población de nuestro país, pone en evidencia que la alimentación de un niño de familia de escasos recursos no es la misma que la de  un niño de una familia adinerada, por lo tanto, no es igual el rendimiento  académico del joven que asiste al aula de clases con el estómago vacío.

Segundo: Los sindicatos, también son otro factor que influye negativamente en los malos resultados del sistema educativo mexicano. Ya sea de maestros o empleados, lo cierto es que no les interesa paralizar las actividades de las instituciones educativas de nuestro país a fin utilizarlas como rehén  para que sean resueltas sus demandas relacionados con aumentos salariales. Y, si agregamos el estribillo de moda de los funcionarios públicos que dice: “Yo, no voy a negociar bajo presión”, “No tememos recursos para a tender sus peticiones”, completamos aparato.

Hasta hoy profesores, investigadores, empleados de la educación y funcionarios públicos, no han entendido (o al menos lo dicen) lo que los estudiantes ya entendimos: que la calidad de un sistema educativo se mide por el número de inventos originales patentados, por la cantidad de científicos  y técnicos de muy alta calidad que produzca. Hacen falta pues, científicos que realicen importantes aportaciones a los diferentes ramas del saber, técnicos que revolucionen la técnica, mejoren la productividad del trabajo para producir más en menos tiempo y a precios cada vez más bajos sin bajar los salarios de los trabajadores; llevando así y solamente así la economía de nuestro país a la vanguardia y competitividad en el mercado mundial.

Finalmente, queda evidenciado, que al gobierno del Estado, al rector de la universidad y los sindicatos no les interesa apuntar en la dirección descrita en líneas anteriores. Por eso, hoy más que nunca, urge que los estudiantes, organizados y concientizados luchemos por mejorar las condiciones y calidad académica de nuestro país. Sin una  organización estudiantil bien dirigida, organizada y consiente, que defienda los intereses de los estudiantes (más no, los intereses gremiales económicos de maestros, empleados y políticos, que sólo buscan generar conflictos políticos), los únicos afectados directos seguirán siendo los estudiantes.

Siendo así, se pone en evidencia la urgencia de organizaciones estudiantiles, que recobren su papel revolucionario y lucha por mejorar las condiciones de estudio de sus escuelas, así como los programas de estudio y en lo sucesivo buscar una mejor distribución de la riqueza. ¡Tarea más noble para el estudiantado nacional, no puede haber!

Morelia, Mich., a 30 de enero de 2013

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