Historia

El 23 de mayo de 1999, la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios Rafael Ramírez se constituyó con la presencia de delegados de 28 estados de la república, que acudieron a esta cita para darle forma a nuestro movimiento y buscar así enarbolar la causa de la educación popular y de calidad, ya que no existía una organización nacional articulada que diera la batalla en este orden. Desde aquel año a la fecha, la FNERRR no ha dejado de trabajar por el mejoramiento de las condiciones de estudio de miles de jóvenes que se mantienen de nuestro lado.

Nos hemos dado a la tarea de interpretar y transformar la realidad de la educación en un país en donde la mayoría de sus habitantes están en condiciones de pobreza y, por tanto, no tienen acceso a derechos esenciales como la educación. Nos hemos convertido en una organización de alcance nacional, siempre enarbolando las banderas que nos dieron origen y que siguen siendo válidas hasta el día de hoy.

En trece años, nuestros logros han sido considerables, pues la fuerza organizada de los estudiantes ha conseguido resolver demandas de todo tipo: Construcción de escuelas y albergues estudiantiles; equipamiento de centros educativos y casas del estudiante con mobiliario, computadoras, utensilios de cocina, despensas, vestuario, utilería e instrumentos para grupos culturales, uniformes y material para la práctica de diversas disciplinas deportivas; apoyos económicos con subsidios alimenticios y becas para estudiantes de escasos recursos, entre muchos otros beneficios.

8 de enero de 2013

FNERRR: Lucha juvenil por una educación para todos.*


Ante la soberbia de los encargados de abatir la desigualdad en la educación, la única alternativa de los jóvenes sin recursos económicos que quieren estudiar es organizarse para exigir al Estado el estricto cumplimiento de ese derecho constitucional.
Luis Antonio Rodríguez Rodríguez, estudiante de Economía en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), secretario general de la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios Rafael Ramírez (FNERRR), habló en entrevista con buzos sobre el regateo de oportunidades educativas que el rapaz modelo económico de libre mercado ha hecho a millones de jóvenes mexicanos desde 1982.
Electo el 11 de noviembre en Puebla con el voto de cuatro mil 500 delegados en el IV Congreso Nacional de la FNERRR, Rodríguez aseveró que el neoliberalismo ha ampliado las desigualdades, ha alentado el negocio educativo y ha producido más de ocho millones de jóvenes que no estudian ni trabajan (ninis).
Esta federación está integrada por más de 100 mil estudiantes de secundaria, bachillerato y profesional; todos son hijos de trabajadores urbanos y rurales de 30 entidades del país y luchan por acceder a una educación pública y de calidad. Cinco mil de ellos, la mayoría alumnos de educación media superior y superior, habitan en albergues estudiantiles habilitados en 25 entidades.
Actualmente, cuatro de estas casas –las Espartaco, de Morelia, Michoacán– están siendo objeto de presiones políticas por parte del rector de la Universidad Mide San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), Salvador Jara Guerrero, quien con el pretexto de reglamentar su operación, pretende desaparecerlas porque las considera una “carga económica”, denunció Rodríguez.

Educación y neoliberalismo.

“Nosotros estamos en contra de esa política [neoliberalismo en la educación]. Nuestra federación nació en 1999, justamente en una de las décadas de auge del neoliberalismo, cuando todavía no se le veían los defectos. Y nosotros decíamos que estábamos en contra de que el derecho a estudiar se convirtiera en una mercancía asequible tan sólo para quienes pudieran pagarla. Para nosotros la educación es un derecho.
”Somos de la idea de que el único filtro que debe haber en la educación es el querer y la capacidad, porque, ciertamente, no todos tenemos la misma capacidad, pero si un estudiante está dispuesto a sacrificarse y a estudiar, nosotros consideramos que el Gobierno debe garantizarle acceso a la educación, debe darle las herramientas necesarias”.
En este mismo marco puso de manifiesto el auge observado en la educación privada –sobre todo en el nivel superior– mientras la pública “sólo conserva el nombre”.
Para Rodríguez, la educación “debe ser pública y gratuita, incluida la universitaria. Tiene que ser para todos, y el único requisito debe ser la capacidad del estudiante. Y si hay gente de los sectores pobres que demuestra capacidad para llegar hasta a estudiar en el extranjero, nosotros somos de la idea de que el Gobierno debe garantizarle ese derecho”.

Educación media superior obligatoria, de papel.

El 13 de octubre de 2011, el Congreso de la Unión aprobó reformas a los artículos 3º y 31 de la Constitución para aumentar a 12 años los estudios básicos de primaria y secundaria, que actualmente se cursan en nueve; es decir, hizo obligatorio el nivel medio superior o preparatoria. Sin embargo, estableció que la cobertura al 100 por ciento no se alcanzará hasta el ciclo escolar 2021-2022. Con los retrasos registrados a la fecha en la asignación de recursos para desarrollar la infraestructura necesaria, organismos como la Auditoría Superior de la Federación (ASF) han calculado que tal objetivo se cumplirá en 2040.
Al respecto, Luis Antonio Rodríguez afirmó: “Aunque el derecho a la educación media superior se establezca en la Constitución como una obligación de los organismos implicados, nosotros vemos que es muy difícil que se vaya a cumplir, y en muchos casos no solamente porque no se tienen las herramientas para hacerlo; probablemente, en algunos casos se tengan, pero nuestra experiencia nos ha mostrado que hay muchos funcionarios que, a pesar de que dicen reconocer el derecho a la educación, se oponen”.
Puntualizó: “Cuando hemos ido a gestionar preparatorias o reconocimientos de secundarias y preparatorias rurales o de casas para estudiantes para zonas indígenas, para que la gente estudie esos niveles, nos hemos encontrado con negativas absurdas. Entonces, si bien es cierto que es correcto establecer el derecho universal a la educación media superior, eso implica, por un lado, un gasto más grande y un esfuerzo más serio del Gobierno, y también un cambio de actitud de los funcionarios que atienden esa parte de la educación”.

Exigir derechos.

Con respecto al cumplimiento de los derechos educativos en general, Rodríguez hizo ver el regateo que  practican algunos funcionarios de instituciones escolares de los tres niveles de Gobierno y militantes de todos los partidos políticos: “Prácticamente, todas las fuerzas políticas –de derecha e “izquierda”– admiten que la educación es un derecho elemental que todo el mundo debe gozar, pero cuando nosotros hemos enarbolado demandas, nos encontramos con que esa misma coincidencia aparece pero en sentido negativo. Es decir: aunque los funcionarios aceptan en el discurso que la educación es un derecho y que deben promoverla, nosotros vemos que no quieren atendernos.
”Precisamente, mucha gente nos conoce por las movilizaciones que protagonizamos, pero no sabe que se hacen después de uno o dos años de estar pidiendo, de buena manera, que se nos atienda. En realidad, los funcionarios son muy duros para solucionar demandas, sobre todo cuando éstas vienen de los sectores más pobres, de los estudiantes más pobres”.

Educación pública de calidad.

Entre los objetivos del IV Congreso Nacional de la FNERRR figuró el de proponer medidas para exigir que se respete el carácter público de la educación y que se eleve la calidad académica.
“Lo que nosotros hemos estado demandando, en primer lugar, es que se hagan escuelas primarias, secundarias y preparatorias en los lugares más recónditos del país, en las zonas más marginadas, y como sabemos que es muy difícil que se construyan escuelas en absolutamente todas las Comunidades , también hemos estado luchando para que los Gobiernos de los estados y de los municipios otorguen apoyos para casas estudiantiles, que son lugares adonde llegan personas de regiones marginadas para vivir y continuar sus estudios, ya sea de preparatoria o de universidad.
”Estas casas del estudiante existen en la mayor parte de las capitales de país. Nosotros tenemos representación en ellas y hemos pugnado porque a nuestros compañeros que estudian en universidades se les den apoyos, becas, y en general, también por mejorar la infraestructura de las escuelas.
Luchamos para que tengan luz, baño, agua y los apoyos que necesitan los profesores para impartir correctamente sus clases”.
Sobre el mejoramiento de la calidad educativa, el nuevo Gobierno Federal prevé crear una institución descentralizada que se encargue de la evaluación del magisterio y de supervisar la asignación de plazas por méritos profesionales y no por “herencia” ni de manera vitalicia –como prebenda del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación–; asimismo, para que realice un censo de alumnos, maestros y escuelas por parte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Luis Antonio Rodríguez expuso:
“Nosotros opinamos, al igual que otras fuerzas en México, que la educación pública necesita una sacudida. Tiene intereses que se entremezclan y que obstaculizan la educación, y nosotros, hasta cierto punto, también hemos sido víctimas de esa política.
”Para nosotros es prioridad todo lo que signifique mejorar la educación, hacerla más asequible para los sectores marginados y poner a México en el nivel que requiere y merece. Nosotros estamos dispuestos a apoyar”.
Lucha pacífica En México hay organizaciones estudiantiles relacionadas con alguna institución particular; hay otras estatales, regionales o formadas en situaciones especiales, electorales entre ellas, como sucedió con el movimiento #YoSoy131 de alumnos de universidades privadas –como la Iberoamericana–, convertido en #YoSoy132 al sumársele estudiantes de instituciones públicas, o incluso agrupaciones     beligerantes.
Se preguntó al dirigente de la FNERRR sobre las diferencias con aquéllas: “Una de las diferencias muy claras es que nuestra federación no recurre a métodos violentos cuando protesta, porque sí protesta, pero no recurrimos a la violencia ni andamos pintarrajeando los monumentos históricos (como ocurrió el 1º de diciembre en el Centro Histórico del Distrito Federal) y tratamos de respetar, hasta donde se pudo los derechos de terceras personas.
”También tratamos de que nuestras peticiones sean apegadas a la ley y muy racionales, en el sentido, por ejemplo, de que nosotros nunca protestaríamos porque se nos enseñe inglés y computación [inconformidad expresada por algunos grupos de normalistas michoacanos]; al  contrario, nosotros pugnaríamos porque se den clases de inglés, y bien, y desde el kínder y la primaria si se pudiera.
Entonces, tratan de ser demandas apegadas a derecho, racionales y, sobre todo, encaminadas a que la educación se haga más amplia y se mejore”.
Detalló luego que desde 1999 la FNERRR ha podido conseguir tanto becas y reconocimientos de escuelas como balones para las casas del estudiante: “Hemos logrado que haya casas del estudiante en más de 25 estados del país; muchas de ellas tienen subsidios, y el Gobierno del estado paga la renta o presta el inmueble. Hemos logrado que municipios paguen la luz, el agua, y también, incluso, que las universidades públicas adonde asisten nuestros compañeros den apoyo para que se siga mejorando la infraestructura de las casas”.
Agregó: “Funcionarios de Gobierno y de las universidades han reconocido que nuestras casas del estudiante se distinguen por su disciplina, el fomento de actividades artísticas y, en general, por el aprovechamiento de sus moradores en sus centros educativos”.
Para pertenecer a la federación, según detalló su dirigente, “lo principal es querer estudiar; en segundo lugar, nosotros les pedimos a nuestros miembros que observen una conducta impecable. Nosotros hemos sido muy enfáticos en que el estudiante de la FNERRR debe procurar conservar un promedio adecuado, digamos de 8.5 para arriba”.
Otro elemento es “tener necesidad, aunque hay mucha gente en la FNERRR que nunca pide nada, pero está en la organización porque concuerda con el proyecto”. En cuanto a la edad, planteó que idealmente deben tener hasta 29 años, “aunque no hay muchos casos. Casi nadie llega a esa edad dentro de la FNERRR porque salen antes [de la escuela], pero ésa sería la edad, digamos, óptima”.

Las casas Espartaco
Sobre las cuatro casas de estudiantes Espartaco, de Morelia, Michoacán, y la controversia con Jara Guerrero, expuso: “Últimamente el rector se ha mostrado bastante severo con los estudiantes, pues ha estado tratando de acabar con las casas del estudiante. Ésa ha sido su política, y ahora, como se dio cuenta de que el enfrentamiento directo no ha dado resultados porque la misma población de Morelia, se ha puesto del lado de nuestros compañeros estudiantes de las casas, está recurriendo a otros mecanismos más discretos”.
Señaló: “Aparentemente, el reglamento que propone parece correcto, pero en realidad lo único que quiere es ir desplazando a los dirigentes de las casas del estudiante. Ellos se han ganado ese lugar por la votación de la base. La rectoría pretende despojarlos de ese mandato y dividir poco a poco a los estudiantes para que en un futuro no muy lejano desaparezcan las casas”.
Rodríguez explicó que en varias ocasiones el rector ha señalado que estos inmuebles son una carga económica para la universidad y que no generan beneficios para la sociedad de Morelia. Al respecto, argumentó: “Nuestras casas del estudiante tienen muy buena reputación entre la población michoacana. Hemos justificado, con datos, que han dado un buen servicio a la sociedad de Michoacán y de todo México, y vamos a seguir defendiéndolas dentro del marco legal”.
Luis Antonio Rodríguez dijo que en 2013 la FNERRR buscará consolidar la Casa Nacional del estudiante, la cual funciona de manera provisional en el perímetro de la delegación Coyoacán de la capital del país, con 105 estudiantes, sobre todo de la UNAM, aunque también de la Universidad
Metropolitana y del Instituto Politécnico Nacional. “Esta casa funciona prácticamente con los recursos de los estudiantes. Tuvimos un pequeño apoyo del Gobierno del Distrito Federal, pero no fue suficiente. Nosotros queremos que se nos preste un inmueble de los que tiene, o que se nos pague la renta de una casa para 200 estudiantes”.

* Tomado de la revista "Buzos de la Noticia", que en su edición 541 dedican un espacio para publicar la entrevista realizada al Secretario General de nuestra federación. 
www.buzos.com.mx/images/pdf/buzos541.pdf

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